Carlos Ayala realizó una importante investigación musical sobre la sonoridad y estructura del tondero.
Él sostuvo que este género musical poseía una polirritmia interna enmarcada (con base de landó) que evidenciaba una especie de fórmula repartida a nivel continental; porque así como está presente en el tondero, también la encontramos en la zamacueca (actual marinera limeña) y en países como Chile con la
polka, en Venezuela con el joropo, así mismo, en la zamba argentina y el huapango mexicano.
La parte melódica tiene un lado netamente indígena, con un bagaje dentro de sus cánticos dominados por la pentatonía (constituido por una sucesión de cinco sonidos, alturas o notas diferentes dentro de una octava.)
En el norte, algunas de las canciones recopiladas del siglo XX, están regidas bajo esas escalas melódicas que tienen mucho que ver con el huayno. Yendo por esta línea era tal vez muy sencillo encaminar este ritmo a la adaptación de la fórmula 3/4 o 6/8 (compases compuestos que se le atribuyen al tondero).
En el aspecto armónico (hablando del acompañamiento), el tondero casi siempre es tocado en tonalidad menor y aquí, una vez más, calza perfectamente con el huayno (tienen acordes semejantes).
La influencia andina está muy presente. Lambayeque, Chiclayo, Piura, Morropón son vecinos de Cajamarca (poseen también música pentatónica), y dada a la cercanía territorial, pude que haya influenciado bastante en la musicalización de los tonderos.
Su sonoridad es casi siempre melancólica a diferencia de las marineras creadas en los años 50' que eran tocadas en tonalidad mayor, eso le daba un sentido más eufórico y acelerado.
"El huayacán y la chiclayanita por ejemplo, son tonderos de Lambayeque pero para entonces, el boom comercial fue tan fuerte, que los intérpretes transformaron todo lo que eran tonderos lambayecanos en marineras, subiéndoles la velocidad" - expresa Ayala - "Esas fueron las afirmaciones que me dieron tres grandes artistas peruanos: Nicolás Seclén (Los Mochicas), Panchito Jiménez (Fiesta Criolla) y los Trovadores del Perú. Algo similar sucedió con la famosa marinera La Concheperla. (ver infografía Nº1)
Dentro de los aspectos mencionados antes, se puede ir fijando la presencia de 3 culturas entrelazadas:
-La africana, por el ritmo.
-La indígena, por la melodía, armonía.
-La hispana, estructura tripartita.
-
La glosa por lo general es una cuarteta u octosílabo y esto es parte de la herencia hispana (como se aprecia en los romanceros españoles y las coplas).
-
En el dulce, existen dos posturas a la hora de componer su división como los versos heptasílabos y/o pentasílabos (influencia de la seguidilla española).
-
La fuga puede ser una cuarteta octosílaba.
Esto es muy típico en los tonderos lambayecanos.
"El tondero ha mantenido su forma base pero, al pasar del tiempo se ha ido adaptando al gusto de los diversos compositores"
En 1910, el etnógrafo Enrique Brüning deja una recreación musical de la Concheperla (sonidos a base de cilindros de cera).
Especial cultural para la TV del año 1979, producido y conducido por el Dr. José Durand.
Homenaje a Augusto Ascuez, el Señor de la Jarana Criolla y la Marinera limeña, quien interpreta como tondero La Concheperla.
Panchito Jimenez (cantante peruano de música criolla)
La manera en la fueron escritos los versos de los tonderos lambayecanos tienen una peculiar estructura.
"Tienen una especie de amarre que hace que cierren los versos con los del inicio. Eso se ha ido perdiendo en los tonderos de Piura" - Carlos Ayala.
Veamos el tondero dos ejemplos:
A Chiclayo llaman gloria
¡samba cómo no!
Lambayeque el empedrao (bis)
Ay, Ferreñafe purgatorio, paisana
¡samba cómo no!
donde purgo mis pecados
¡samba cómo no!
A Chiclayo llaman gloria
De Lambayeque a Chiclayo
mataron a un huerequeque
mataron un huerequeque
Ay, del buche le sacaron, paisana
un cholo de Lambayeque
De Lambayeque a Chiclayo
El tondero lambayecano "A Chiclayo llaman gloria" cantado por la reconocida intérprete peruana Alicia Maguiña y "De Lambayeque a Chiclayo" cantado por el dúo Montes y Manrique, muestran estrofas que inician y terminan con la misma frase.
Hoy en día ya no se mantienen estas formas, lo que supone una modificación en el tiempo de acuerdo a los aportes personales que cada compositor le ha colocado a este género musical.